El equipo argentino de básquet sigue mejorando su juego de cara a la AmeriCup 2025, logrando otra victoria al superar de manera contundente a Angola. La selección nacional mantuvo el control durante gran parte del partido, demostrando un avance tanto en la cohesión grupal como en la implementación de un nuevo esquema que aspira a recuperar su lugar destacado en el ámbito continental.
El encuentro, realizado en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, fue parte del tour de entrenamiento llevado a cabo por el conjunto argentino. Desde el inicio, los jugadores bajo la dirección del staff técnico exhibieron una defensa intensa, un movimiento del balón ágil y precisión en los tiros desde fuera. La ventaja en el marcador se incrementó progresivamente en cada cuarto, demostrando claramente la supremacía del equipo sudamericano frente a un oponente que brindó resistencia física pero no consiguió establecer su propio ritmo.
Uno de los puntos más destacados del juego fue la producción ofensiva del perímetro argentino, con varios jugadores aportando desde la línea de tres puntos. La rotación del plantel permitió observar distintas variantes tácticas, con minutos para jóvenes talentos y también para referentes con experiencia internacional. Esta combinación entre juventud y recorrido es uno de los pilares del nuevo proceso, que apunta a fortalecer la identidad del equipo de cara a los próximos compromisos.
Argentina llegaba de un exitoso inicio en la serie de partidos amistosos, con una contundente victoria sobre Uruguay, y consolidó su reputación en este reciente enfrentamiento. Angola, en cambio, arribó a este partido como preparación para los clasificatorios africanos, y aunque exhibió episodios de fuerte defensa, no logró mantener el ritmo del conjunto argentino.
El desempeño en equipo estuvo respaldado por unas actuaciones individuales destacadas. El armador principal controló el ritmo del juego inteligentemente, mientras que los jugadores interiores demostraron su dominio en el área tanto defensiva como ofensivamente. Además, se presentaron algunos debuts y regresos anticipados, lo que proporciona más opciones para el entrenador, que está tratando de establecer un grupo sólido para enfrentar la AmeriCup y, más adelante, las ventanas FIBA.
Más allá del resultado, lo que dejó este nuevo triunfo fue la consolidación de un estilo dinámico, agresivo en defensa y con transiciones rápidas, una apuesta que busca recuperar el protagonismo que Argentina supo tener en el básquet internacional. El equipo luce más compacto en relación con las últimas ventanas, y se advierte una mejora en aspectos como la comunicación en el campo, el retroceso defensivo y la toma de decisiones en momentos clave.
Los asistentes de Mar del Plata demostraron gran entusiasmo y dedicación hacia el proceso de renovación que atraviesa el equipo nacional. La asistencia de los fanáticos en el estadio agregó un elemento emocional y simbólico, en una etapa en la que el equipo busca restablecer su relación con los seguidores después de años de resultados inconstantes y algunos procesos inconclusos.
El siguiente partido será contra Bahamas, lo cual se anticipa como un reto más desafiante debido a las cualidades físicas del conjunto del Caribe. No obstante, el equipo técnico expresó satisfacción con el progreso observado en esta fase de entrenamiento y cree que el equipo alcanzará un buen estado para el torneo continental.
Con estos amistosos, Argentina no solo ajusta detalles tácticos, sino que también fortalece su identidad colectiva, en un camino que no está exento de dificultades pero que muestra signos positivos. El objetivo es claro: volver a estar entre los grandes del continente y sentar las bases para el futuro inmediato del básquet nacional.